domingo, 31 de octubre de 2010

ENTREVISTA A BOUBACAR

Introducción



Boubacar y su mujer nacieron en Bamako, la capital de Mali, (el séptimo país más extenso de África que limita al norte con Argelia, al este con Níger, al oeste con Mauritania y Senegal y al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso y con un tamaño de 1.240.000 km² y una población estimada de alrededor de 12.000.000 habitantes). Actualmente viven en Blanes (provincia de Gerona) y han notado un gran cambio en sus vidas en diferentes ámbitos. Hablando con ellos, nos damos cuenta de que no son el típico modelo de familia africana pero tampoco acaban de corresponder al modelo de familia comunitaria endógama. Tal vez estarían en un escalón imaginario entre estos dos tipos de familia y la familia nuclear.
Con esta entrevista hemos intentado “reproducir” ciertos rasgos característicos de la cultura, sociedad, gestos, vestimenta, comidas… de Mali, contrastándolos al mismo tiempo con los rasgos más característicos de nuestro país. 
Entrevista
*         ¿Qué modelo de familia encontramos en Mali?
 Es muy diferente a España, porque tenemos una cultura africana y allí vives con toda la familia; tu padre, tu madre, tus hermanos, tus primos…todos juntos.  Compartimos el día a día; la comida, la casa… En una misma casa se encuentran muchas generaciones. Una vez que el cabeza de familia muere (el anciano de la casa), la responsabilidad recae sobre el hijo mayor de la siguiente generación. El mayor es siempre el más sabio. A las madres se les llama "ma" como símbolo de respeto.  Aquí en España, en cambio,  vives con tu pareja y tus hijos.

*         ¿Cómo son las viviendas de allí?
Las casas cambian muchísimo dependiendo del lugar donde estén situadas; no es lo mismo vivir en la capital, Bamako, que en un poblado de la periferia. Por ejemplo, en el pueblo de mi padre todavía se trabaja con barro; las paredes se construyen con este material y los tejados son de paja. Hay gente que no quiere cambiar, pero si  vas a la capital ves edificios, hoteles… como aquí. Sin embargo a pocos quilómetros de la capital, la vida es muy diferente. Aquí no encontramos tanta diferencia entre la capital, Barcelona, y los pueblos que la rodean.

*         ¿Qué nos puede explicar respecto al matrimonio?
No hay un modelo fijo de matrimonio, depende de las creencias y las costumbres de cada familia. Todavía hay parejas que se casan sin conocerse. Estas pertenecen a las familias más tradicionales. En mi caso, conocí a mi mujer antes de casarme, salíamos juntos de fiesta, y cuando me decidí a casarme con ella, lo consulté con mi familia y no hubo ningún problema. Pero este es mi caso particular, hay familias ricas que para que el dinero no salga del “círculo”, se casan entre ellos.

*         ¿Hay un rol determinado para la mujer dentro del matrimonio?
Hay mucha gente que cree que los africanos somos machistas, pero no hay que confundir cultura con machismo. Por ejemplo, si mi hija quisiera casarse, debería reunirse con la familia para que le explicara qué papel debe cumplir una vez casada: si tu marido te dice “tú aquí de pie”, debes hacerle caso, es nuestra cultura y nuestras costumbres. Si te dice “no hables”, debes permanecer callada. Debes respetar y obedecer a tu marido. Si la mujer no hace caso de las indicaciones de la familia, todos sus hijos nacerán malditos y no triunfarán en la vida. Si a la mujer se le mete esta idea en la cabeza, cuando llegue a su casa obedecerá al 100% y no tendrá ningún problema. La mujer es siempre la dueña de la casa; debe cuidar de los niños, limpiar, hacer la comida...
Mucha gente piensa que somos machistas… ¡no! Es cultura, viene de generación en generación. Incluso el  presidente da los mismos consejos a su hija: “cuando vayas a  casa de tu marido debes obedecerle al 100% para tener hijos que prosperen en la vida”.

*         ¿Cuál es la principal actividad económica del país?
La principal actividad económica es la agricultura, la cosecha del algodón, aunque también tenemos minas de oro, pero están explotadas por australianos, holandeses, sudafricanos y franceses. Somos el tercer país africano productor de oro detrás de Sudáfrica y Ghana, y el segundo en la producción de algodón; el primero es Egipto.
Nuestro país es tercermundista, la mitad de los jóvenes debe marcharse porque no hay trabajo para todos. Los que estamos aquí somos la esperanza del país. Hace poco, Sarkozy quiso firmar un pacto con el presidente de Mali para poder expulsar a todos mis compatriotas residentes en Francia que no tuvieran papeles. Mi presidente no puede firmar esto, porque los residentes fuera del país mandan en un año cerca de 450 millones de euros a Mali. Este dinero ayuda al país. Todo el que se marcha lo hace por la familia; cuando consigues dinero debes ayudarla, es una obligación.

*         ¿Qué creencias religiosas predominan en el país?
 Mi país es un país laico como España. Diversas religiones conviven en un mismo territorio; hay musulmanes, cristianos, animistas, ateos... pero es la religión musulmana la que domina  el país (un 95% de la población practica esta religión). Nosotros somos musulmanes y celebramos las fiestas de nuestra religión, como por ejemplo, practicamos el Ramadán, pero nuestros abuelos no eran musulmanes, la religión que funcionaba antiguamente en toda África era el cristianismo.
Respecto al debate sobre el terrorismo islámico, creo que en todos sitios hay fanáticos. Un ejemplo de ello son los  terroristas suicidas que dicen morir por Alá, pero en ningún libro (y menos en El Corán), está escrito que se pueda matar. Nadie tiene derecho a quitarle el alma a otra persona excepto Dios. Ellos no son musulmanes.
Respetar la religión musulmana al 100% en el tema de la mujer es complicado. Toda chica que pueda convertirse en tu mujer debe llevar la cara tapada. En cambio,  entre hermanos no hay ningún problema. En mi país hay gente que lleva velo y gente que no. En los centros islámicos es obligatorio, pero muchas mujeres se tapan solamente el pelo. En principio es obligatorio cubrirse todo el cuerpo.

*         ¿Cómo son los trajes típicos?
Las chilabas que se encuentran aquí en Europa no están hechas en nuestro país; provienen de países como Suiza, Alemania o Austria. Existen muchos modelos de todos los colores que nos ponemos los días de fiesta.

*         ¿Cómo está el tema de la educación?
En mi país la educación es la misma para hombres y mujeres. Dentro del gobierno de Mali hay cuatro o cinco ministras actualmente. Ahora hay una lucha por la alfabetización porque sabemos que no vamos a ninguna parte sin estudios. A los mejores estudiantes se les premia con regalos, material e incluso con becas para venir a estudiar a Europa, donde el nivel es más alto. Hay gente que va a Francia, Canadá, EEUU...
Yo estudié Ingeniería Electrónica e Industrial, pero el título no tiene validez en España, no está homologado. Quería que al menos me dieran el título de bachillerato para poder seguir estudiando, pero con el trabajo lo tuve que dejar.

*         ¿En vuestro caso, qué fiestas celebráis?
Celebramos la Navidad y la Semana Santa, porque Jesús era un profeta y la religión musulmana dice que "todos los profetas trabajan para Dios". También celebramos la fiesta de Mahoma, el último día del Ramadán. El día 1 de Mayo hacemos fiesta, el 8 de Marzo celebramos el día de la mujer y el 22 de Setiembre celebramos el día de la Independencia de Mali, antigua colonia francesa.


*         ¿Qué nos puede explicar sobre el animismo? ¿Lo ha vivido en su familia?
El animismo está  implementado en África todavía actualmente. En mi familia se practica el fetichismo, pero yo no puedo explicar demasiado porque nunca he creído en estas cosas que te protegen contra el mal. En lo que sí creo es en la medicina natural, por ejemplo en los efectos de determinadas plantas.

*         ¿Y sobre la comida?
 Nosotros comemos tres veces al día, igual que aquí. El principal alimento de nuestra dieta es el arroz.

*         ¿Nos puede decir una costumbre española que sea diferente en su país?
En Mali nunca damos dos besos, siempre nos saludamos con un apretón de manos. Es una costumbre.

LA CARA MÁS AMARGA DEL PERIODISMO DE GUERRA

Título: Ninguna guerra se parece a otra
Autor: Jon Sistiaga
Editorial: Plaza & Janés

En esta obra el periodista Jon Sistiaga rinde homenaje a su amigo del alma, José Couso, un cámara fallecido en la guerra de Irak. Más allá de este trágico suceso, el libro nos permite conocer interesantes cuestiones sobre el periodismo de guerra.

En el primer capítulo, el autor trata de responder a una pregunta que mucha gente se formula: ¿por qué los periodistas van a la guerra y qué les impulsa a volver? En primer lugar, Sistiaga dice que seguramente la gente tiene la percepción de que los periodistas van a la guerra por puro morbo. " No , no nos gusta el morbo", "Estábamos en contra de la guerra, [...], pero pensábamos que nuestra presencia era necesaria para enseñar las fatalidades y las brutalidades de la guerra". El autor afirma que para cualquier periodista, la cobertura de una guerra es el máximo acontecimiento profesional al que puede aspirar, porque en un conflicto el reportero se convierte en periodista total. "La libertad formal de la que disfruta un reportero de guerra es difícilmente inigualable en ningún otro ámbito del periodismo".
Cada vez son más los reporteros que pierden la vida en conflictos armados : sólo durante los 21 días que duró la guerra de Irak, murieron 14 periodistas. Pero Sistiaga afirma que a pesar de la peligrosidad,  "alguien tiene que contar a los demás qué está pasando [...] para no ceder espacios de impunidad a todos esos miserables que en la guerra satisfacen sus peores instintos".

Antes de el inicio de la guerra de Irak todos los periodistas sufrieron presiones para abandonar el país. Colin Powell, el Secretario de Estado norteamericano, hizo una solemne declaración: "Es un momento muy peligroso en Bagdad y los periodistas y los inspectores deberían evaluar si deben irse." El gobierno español también se encargó de que los resposables de los medios de comunicación llamaran a todos los reporteros. Según el autor, esta presión se debió a una manipulación para no incomodar a determinadas instancias políticas, ya que la prensa no gusta a ningún jefe militar, porque si se retransmite un conflicto en directo, también se retransmiten los errores.  "Al fin y al cabo, la guerra se libraba con apoyo del gobierno español, pero con el rechazo mayoritario de la sociedad, así que los corresponsales nos convertimos casi en materia de Estado". No interesaba que con sus reportajes, los periodistas cultivaran el " No a la guerra".

 Los medios de comunicación son una cuestión fundamental en un escenario de conflicto. Lo que todo el mundo pretende es controlar la información, aunque sea con objetivos distintos: manipular sobre las malvadas razones del enemigo o desinformar de la marcha de la guerra. Por eso, los reporteros que sobrevivieron a la presión de occidente, tuvieron que hacer frente a la censura y a la desinformación que el mismo gobierno iraquí les impuso.
Los periodistas dependían del Ministerio de Información, órgano que los maniataba. Los funcionarios del ministerio controlaban todas las crónicas que se enviaban al extranjero, y de ellos dependía que un corresponsal fuera expulsado de Irak. En palabras del autor: " Eran tipos entrenados en ejercer la negación como categoría superior de relación. NO a entrevistar a Sadam; NO a obtener imágenes de instalaciones militares; NO a sacar planos de edificios oficiales; NO, NO , NO a casi todo". "Construíamos crónicas fieles de los ataques de ese día, para que después un tipo apretara el botón del stop en el vídeo y nos dijera: Esto está prohibido y lo saben. Nos quedamos con la cinta".

Un ejemplo de intoxicación informativa es el que explica el autor dentro del capítulo "Las mentiras de la guerra". Los periodistas fueron a visitar un hospital con supuestos heridos por los bombardeos. Ninguno presentaba las típicas heridas de bomba. Después descubrieron que todo había sido una pantomima; eran militares que estaban representando un teatro para la prensa."Nada era lo que parecía. Había que dudar de todo. Hasta de lo obvio. Hasta de nuestras propias versiones. Tanto el Pentágono como el gobierno iraquí armaron numerosas operaciones de intoxicación".
La labor del periodista es muy compleja; tiene que juntar informaciones dispersas y separar los hechos reales de las mentiras o manipulaciones. Sistiaga compara el trabajo del periodista con el de un pintor: "La realidad en la guerra es como la paleta de colores de un pintor. El periodista debe meter el pincel y revolver, juntar colores, mezclar, obtener texturas, hasta que se consigue el cuadro final de esa guerra. El mapa del conflicto".

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En Mayo de 2006 el diario El Mundo entrevistó al periodista y escritor polaco Ryszard Kapuscinski. El titular rezaba: "Agoniza el periodismo de guerra; el reportero no puede moverse libremente; lo confinan en hoteles".
Kapuscinsky es una voz calificada para hablar de la corresponsalía de guerra, y en esta entrevista se puede observar un punto de vista muy parecido al de Jon Sistiaga: los dos apuntan que hace años ser periodista de guerra era el máximo referente a alcanzar en la profesión, pero en los últimos años esta profesión se está viendo amenazada por la censura; el mismísimo Kapuscinsky se negó a cubrir la guerra de Irak por temor a faltarle al respeto a su profesión: "Esos periodistas están en hoteles y sólo les dan los comunicados oficiales. Eso no es periodismo. De la guerra de Irak, que fue la primera en la que se aplicó esa doctrina, me fui, porque eso es el fin del periodismo de guerra. En esas circunstancias el periodista no puede moverse libremente y se convierte en correo postal de comunicados oficiales".
Como conclusión final, creo que la labor del corresponsal de guerra es necesaria: es una lástima que exista la manipulación, pero el trabajo del periodista es intentar (como defiende Sistiaga) salvar la censura. Ya desde la guerra de Vietnam, donde los periodistas participaron de forma masiva, las cosas empezaron a cambiar, porque el mundo se dio cuenta de la importancia de los medio de comunicación en los conflictos. Las Malvinas, Afganistán o Irak son algunos de los conflictos en que los periodistas se han visto limitados. Es la cara más amarga del periodismo de guerra.

domingo, 3 de octubre de 2010

ENTREVISTAS

Entrevista a Víctor Giménez, 48 años, trabajador de Schneider Electric, empresa multinacional dedicada a la energía. Pertenece a CCOO.
                                                                    ¿Huelga sí, huelga no? Huelga sí.
Principales motivos para participar activamente en la jornada de huelga general del 29-S. Ahora es más económico y fácil despedir a los trabajadores, han modificado las negociaciones colectivas y han eliminado la posibilidad  de que el empresario pueda hacer y deshacer sin tutela judicial.
¿Pero en principio, la huelga ya estaba anunciada antes del cambio en la reglamentación del trabajo, no? No, siempre habíamos dicho que si se llegaba a aprobar una reforma laboral como ésta, habría huelga.
En España la tasa de paro es altísima (20%) mientras que la media de la UE se sitúa en un 10%. ¿No cree que antes de hacer huelga convendría esperar a ver los resultados de la reforma laboral? No creo que esta reforma laboral reduzca el paro en España. Venimos de una reforma laboral, si no me falla la memoria, tanto del gobierno socialista de González como del gobierno de Aznar, y esto no ha hecho reducir el paro respecto a Europa. Si te fijas, la cornisa nórdica de España tiene un índice de paro menor que el resto del estado y esto está relacionado con el tejido industrial que hay.
Tras todos los paros masivos que ha habido en la democracia, como la huelga masiva contra las medidas del gobierno socialista de González y el paro de 2002 contra el “decretazo” del PP, los gobiernos movieron ficha. El gobierno actual afirma que no tocará la ley vigente. ¿Cree que se mantendrán firmes? Yo creo que el día de hoy hará cambiar las cosas, y que el Ministro de Trabajo dejará de serlo después de esta huelga.
Por otra parte, ¿qué consecuencias cree que tendrá paralizar el país en un contexto internacional fuertemente competitivo? El gobierno calcula las pérdidas en un 0,4% del PIB. Pero son valoraciones subjetivas y tengo que decir que si no estoy equivocado, también hay movilizaciones en Grecia y Chipre y en el centro de Europa. Yo creo que no es el momento de hacer huelga pero no tenemos más remedio.
Los sindicatos han sido duramente criticados estas últimas semanas. ¿Cree que todo se ha debido a una campaña de desprestigio? Siempre. Siempre. Yo no cobraré la huelga y haré igual que mis compañeros. Dicen que los sindicatos la cobramos, y es mentira, no la he cobrado nunca. No cobré la del 88 ni cobraré esta.




Entrevista a Juan Guerrero, 43 años, trabajador de Schneider Electric. Pertenece a CCOO.
¿Huelga sí, huelga no? Huelga sí.
Principales motivos para participar activamente en la jornada de huelga general del 29-S.    No estoy de acuerdo con la reforma laboral que ha pactado el gobierno con la patronal, ni tampoco con varios puntos más como congelar los salarios, las pensiones…
En España la tasa de paro es altísima (20%) mientras que la media de la UE se sitúa en un 10%. ¿No cree que antes de hacer huelga convendría esperar a ver los resultados de la reforma laboral? Sí, pero es que desde mi punto de vista, Zapatero ha hecho las cosas mal, debería haber seguido el modelo de algunos países europeos. España está por debajo.
Tras todos los paros masivos que ha habido en la democracia, como la huelga masiva contra las medidas del gobierno socialista de González o el paro de 2002 contra el “decretazo” del PP, los gobiernos movieron ficha. El gobierno actual afirma que no tocará la ley vigente. ¿Cree que se mantendrán firmes? Yo creo que moverá ficha, porque a las 9:36  de la mañana de este día de huelga, tengo datos que cifran el seguimiento de la vaga en la industria en un 60-70%. Y creo que Zapatero al final tendrá que echarse para atrás.
La huelga es un derecho constitucional como lo es también el derecho al trabajo. Pero los servicios mínimos en los transportes y los llamados piquetes informativos pueden hacer que trabajadores que quieran trabajar, no puedan hacerlo. ¿Qué opina sobre este tema? No estoy de acuerdo, quien quiera trabajar que trabaje. En este caso hay un compañero trabajando, no lo veo bien, he hablado con él, le he dicho lo que opinaba…  Hay que hacer los servicios mínimos; hospitales, transportes públicos… Pero insisto que esta huelga general era necesaria porque el país no funciona, no va bien. Cada vez se incrementa más el paro, hay más contratos temporales que no apoyan a los trabajadores… Yo particularmente soy un simple trabajador, llevo 23 años en la empresa y en cualquier momento me puedo encontrar en la calle con cuatro duros. ¿Y luego qué hago?, ¿quién paga la hipoteca, los impuestos, la luz, el agua…? En fin, yo tengo una hija, pienso en el futuro y me da pánico.

EXISTE LA HUELGA PACÍFICA

El pasado día 29 a las nueve de la mañana, el polígono entre San Feliu y Molins de Rei estaba desierto. La falta de gente, coches y camiones indicaba que ese no era un día como otro cualquiera. La puerta de la empresa Schneider Electric estaba cerrada y  en ella se podía ver un enorme  cartel: “Així, NO. 29 de setembre vaga general”.
Unos treinta trabajadores de la empresa se encontraban delante de la puerta de entrada del personal.  El grupo tenía un carácter festivo;  estaban desayunando y no paraban de bromear.
El 99,9 % de la plantilla había secundado la huelga; sólo un trabajador había entrado en la fábrica. -¿Sorprendido?-le pregunta  un trabajador a otro. – No, es un derecho, pero lo ha hecho con alevosía y ensañamiento, ha venido antes de las cinco…
Al encender diversas tracas que habían situado en la carretera, se oyó algún ¡Viva el PSOE!, ¡Viva Zapatero!  
Nada tiene que ver esta estampa con los piquetes que mediante la fuerza, consiguieron bloquear la entrada de camiones a Mercabarna o las cocheras de los autobuses. En palabras de un trabajador: “no es una huelga dura, ni quemamos cosas; sólo manifestamos nuestros derechos.”




Los trabajadores desayunando delante de la puerta de entrada del personal