sábado, 4 de diciembre de 2010

Caos en el cielo

Los controladores aéreos abandonaron ayer sus puestos de trabajo masivamente a partir de las cinco de la tarde. Por la noche todos los centros de control españoles estaban inoperativos menos el de Sevilla, en un conflicto sin precedentes.


300.000 pasajeros se han visto afectados, atrapados en el inicio del puente de la Constitución. Cientos de ellos esperaban ayer alguna respuesta en los aeropuertos: algunos con mayor suerte porque sus compañías les pagarán la estancia y otros desesperados porque las empresas no se responsabilizan. Por la noche, el gobierno firmó la militarización de los aeropuertos.

La huelga encubierta es una vergüenza: el problema de los controladores aéreos es que son pocos y muy necesarios. Si coordinan “sus bajas médicas”, a los que afectan son a los usuarios, que no tienen la culpa del rifirrafe entre el sector y el gobierno.  Cientos de personas se han quedado sin su esperado viaje, sin volver a su casa, sin ver a su familia… verdaderamente lamentable. ¡Y encima estamos en manos de los militares!

                        

A ver si va a ser verdad eso de: ¡esto con Franco no pasaría!
Parece ser que el Caudillo no ha muerto.


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